La deformación del espacio tiempo provocada por la Tierra en nuestras inmediaciones provoca la caída de la bolas de golf, aunque no tiene repercusión ninguna sobre la voluntad de nuestro cerebro de dejarla caer cuando a nosotros nos parezca oportuno, por tanto, podemos observar el libre albedrío de cada individuo dejando actuar a la gravedad a partir de un momento concreto.
Comentarios
Publicar un comentario